De repente, lo que nace sin siquiera uno proponérselo, es la fuente que termina alimentando el resto de nuestras incursiones en la vida, en el tiempo...
Lo que nace de repente no tiene sentido, o cuerpo... al principio: pero se trata de lo que somos, de lo que vemos, de lo que hacemos y sentimos, y de la necesidad que tenemos de ser lo que somos, sin ninguna explicación, sin ninguna mediación.
Sin premeditación y de golpe, duro, fuerte, crudo... como una Patada Ninja.
